Primero de Mayo, día del trabajo.

Querido diario íntimo:

Yo la verdad ya no encuentro ocasión de celebrar las fiestas nacionales, para qué hacerlo si nos encontramos en una decadencia interminable. Esta semana fue la de los niños en mi escuela y en cierto modo a mi tb me tocó: comi paleta, pizza y me subí a un fabuloso inflable!! Lo que sí es que estuve trabajando como loca, y tuve algunos momentos de histeria y de ganas de querer asesinar a varias gentes, aunque tambien, la sensacion de estres y ocupamiento me dio momentos de gran satisfacción y felicidad. Aun no se me acaban las chambitas, me siento tan molida como las galletas marias que se usan de base para los pays (o pies, como quiera que se esriba) pero que bien me va a caer este puente para descansar un poco, por lo pronto me pude despertar a las 9 am y eso me hace inmensamente feliz. Ya estoy lista para otra peda, pero esta vez quiero una peda mamona, con vino tinto y buena musica. A raiz de una plática que tuvimos con Dave, el novio de Yami, me dieron ganas tambien de mantenerme alcoholizada por uno o varios dias completos.

Ya es Mayo, hace un calor endemoniado y me sale sangre de la nariz. Este jodido calor aumenta mi histeria porque he perdido mis lentes de policía pop y la libretita donde escribo mis intentos de literatura, este último hecho me frustra porque ahí estaba contenida toda la serie de la versión apícola de la llorona buaaaaa! solo me faltaba publicar la tercera parte! atroz! atroz! atroz! me pregunto si verdaderamente llegará el día en que deje de perder cosas!




(sigo con mi disertacion del querer de verdad u obsesionarse, y es que, he soñado mucho ultimamente cosas que me llevan a ese cuestionamiento)